



¿GOLPE DE TIMON O JALON DE RIENDAS?.¿PREMATURO O A TIEMPO?.
Con sorpresa cayó el primer golpe de timón de la nueva administración del alcalde de ésta ciudad Ricardo Ortiz. Podría alguien polemizar si fue un golpe de timón o más bien un jalón de riendas.
Un golpe de timón implica todo un viraje del barco y tal vez esta vez no cambia el rumbo del gobierno. Un jalón de la rienda es menos aparatoso al frenar para reiniciar y corregir la marcha.
Alguien más dijo que fue un temblor en el gobierno, pero que no pasó a mayores y fue pasajero. A unos los perjudicó, pero a otros los benefició, refiriéndose a los funcionarios que entraron y en contraste a los que perjudicó porque han tenido que salir de sus cargos.
Ya sea una cosa u otra, el nombre es lo de menos. Lo importante fue hacerlo en el momento indicado. Lo peor es no hacer los cambios nunca, por el qué dirán y la imagen de la administración.
Como dice el dicho vale más tarde que nunca o también aplica aquel de “mejor una vez colorado que andar descolorido”. Ricardo Ortiz prefirió cortar por lo sano y hacer los cambios necesarios de funcionarios poco después de haber cumplido los primeros 100 días de su administración.
En la maniobra hubo de todo; el más inesperado el cese fulminante del Contralor Municipal, Miguel Angel Zavala Garcés. Fue traído desde la ciudad de México exprofeso para el cargo dentro de una gran polémica sobre su residencia como para que terminara como terminó. El alcalde que lo defendió a capa y espada contra los jinetes del apocalipsis del cabildo, terminó pidiéndole la renuncia por indisciplina administrativa.
Luego siguió el cambio que todos esperaban desde el principio de administración el de José de Jesús Félix Servín al frente de la Seguridad Pública. Desde un principio se dijo que el veterano coronel tenía buenos resultados, pero pesó más la gran verdad de que ni Pénjamo es Irapuato, ni es lo mismo los 3 mosqueteros que 25 años después.
La llegada de Félix Servín se anticipó en las redes sociales con la exclusiva de CONSECUENCIAS.COM. La respuesta fue un alud de muestras de apoyo, amén de los infaltables contreras que nada los satisface.
En lo que todos podemos estar de acuerdo es que Félix sabe hacer las cosas, tiene la experiencia de la plaza y por otro lado a Irapuato le urgen los resultados … y pronto, con medidas más enérgicas contra la inseguridad.
Los otros cambios son estratégicos o sea que “ni frío, ni calor”, solo en apariencia. Porque el Alcalde explicó que era necesario un enroque de Directores entre la Dirección de Educación y la Dirección de Desarrollo Social.
Días antes le pidieron la renuncia también al Director de Seguridad Vial, Alfredo Torres Nohra, pero ahora será reacomodado. Ese era un cambio lógico desde el cambio de administración, pero no se llevó a cabo.
Días antes también le dieron salida al Director de Protección Civil y su hijo. Nadie tuvo la culpa, fueron las consecuencias de sus propios actos.
Muchos cambios para los primeros 100 días de Gobierno, dirá alguien, pero si eran necesarios, mejor tarde que nunca. Desde ahora se ha visto el carácter de la administración que ha demostrado que no le tiembla la mano para aplicar la autoridad con justicia.
Habrá quien diga como Gerardo Zavala que Ricardo Ortiz le quedó a deber a Irapuato en los primeros días de Gobierno. Yo pregunto ¿quién le quedó más a deber a Irapuato?, quien hace las cosas o quien solo se limita a observar y juzgar todo lo que no sea de su color de partido.
Mejor le valdría a Zavala cuidar la calidad de sus comentarios, pero es pedirle peras al olmo. Su crítica está descalificado de origen, ya que respira por la herida. Señala a su adversario que lo mandó al retiro político porque lo venció más de 3 veces; una en las elecciones, una en la mesa y otra en la razón, los hechos y resultados de un gobierno que va despegando.
Que si fue “timonazo”, golpe de timón o temblor que quede en eso. Una mera diferencia de apreciación, pero que el Gobierno haga lo que tiene que hacer y en el momento adecuado caiga, quien caiga.
FELICES CONSECUENCIAS.