


QUE INVESTIGUEN LA RIQUEZA INEXPLICABLE DEL
“REGI-DRON” Y SU PALOMILLA.
Cuando escuché por primera vez que le decían el “regi-dron” al regidor del PRI David Muñoz, me hizo gracia el enorme ingenio popular de Pablo Pueblo. Le pregunté si el apodo era por su obsesión por la tecnología de los drones y quieren decirle así que es muy inteligente.
La contestación todavía fue más ingeniosa. No, -me dijo Pablo Pueblo- es porque así como es de tecnológico es de ingenuo (versión amable).
Esa apreciación tiene lógica desde la filosofía del PUP (Partido Unico de los Pendejos) que se puso muy de moda hace unos años. El PUP le quitó a la palabra pendejo la connotación ofensiva y la hizo graciosa al estilo mexicano para que todos nos soltemos a reir y aceptemos cuánto lo somos en lugar de enojarnos. El objetivo del PUP es que a partir del reconocimiento aprendamos de nuestra pendejez y crezcamos, que es como debe ser.
El principio del PUP es que todos somos miembros sin que nadie se escape. Porque en la medida que sabemos, desconocemos. Pone por ejemplo que puedes ser un gran médico, pero eres un tonto para tocar la guitarra y así sucesivamente.
Nadie se salva, porque dicen las leyes del PUP que el que no lo reconozca, es doblemente pendejo porque es pendejo y soberbio. Todavía hay algo peor, es negarlo públicamente porque eso sería ser pendejo, soberbio y presumido. Hay de todas las formas incluso el pendejo esférico, porque es pendejo por todos lados donde lo veas.
Bajo esta filosofía podemos analizar este caso particular. Víctor Muñoz se hizo de riqueza en unos cuantos años. Sea como sea, lo hace ver inteligente el haber logrado en pocos años un gran progreso. Lo que es poco o nada inteligente es mostrar esa riqueza a la primera comprando un coche de a millón de pesos.
Hay muchos dichos que aquí aplican: El que no tiene y llega a tener, loco se quiere volver. Otro dice: “el dinero y las posaderas”, no se enseñan.
Este ofensivo desplante nos recuerda a los de los narcos que traen pistolas y hasta metralladoras de oro y las llevan a bautizar a la iglesia. Nomás falta que el regi-dron se cuelgue un torzal al cuello con un mini-dron de oro para hacerle honor a su apodo.
“Buenos de envidiosos”, dirá él. No es que dé envidia que un mexicano progrese, sino la forma en que lo hace mientras que otros se parten el alma honradamente por ganar el sustento diario. En éste caso el regidor Muñoz no tiene empresas que respalden tal progreso.
Lo curioso es que no es el fenómeno en lo particular, sino de todo un círculo de priístas que rodean a Muñoz Torres. Ya hasta se proponen hacer nuevos negocios aprovechándose de su posición en el PRI para auto-venderse servicios publicitarios para las campañas del Estado de Sinaloa.
Pues que con su PRI se lo coman, (porque no son del PAN). El problema es que la mentira dura hasta que la verdad aparece. Se sabe ya de 17 auditorías al lucrativo de las “facturas falsas” que tuvo su catedral en ésta ciudad.
Si esto arroja resultados van aparecer en una larga lista muchos negocios, empresarios y profesionistas conocidos que evadieron millones de pesos ante hacienda. A ciencia cierta nadie sabe las dimensiones de éste iceberg, pero se ve que es gigantesco.
La punta al menos ya apareció en un vulgar desplante de poder sobre las ruedas de este lujoso automóvil. El despilfarro es obseno ante el grueso de una población sumida en una gran crisis económica.
La respuesta de la gente en las redes sociales ante estos desplantes es de desprecio generalizado. La demanda es la misma de que por lo menos se investiguen todos estos casos de riqueza inexplicable.
Porque no es solo el caso aislado del llamado “regi-dron”, sino otros de su círculo de allegados que de unos años a la fecha se enriquecieron de una forma que no corresponde a sus ingresos como funcionarios públicos empresarios o profesionistas.
Según la filosofía del PUP, no hay uno que no sea de sus agremiados, sin afán de ofender sino de reírnos de nuestras pendejadas y lo que hacemos con ellas: el médico las entierra, el ingeniero las edifica para admirarlas, el fotógrafo las enfoca y las imprime para que todos las vean, el escultor esculpe con ellas una estatua, el pintor las colorea y matiza, el compositor las compone y el músico las canta, entonces el periodista las escribe para que todos las lean…
Cada uno lo es en su profesión u oficio y en su medida de sabiduría y su ignorancia. El regi-drón decidió ponerle ruedas de lujo y alas para que todo Irapuato y el mundo veamos que como representante de Irapuato, no nos hizo quedar mal a todos los mexicanos al competir internacionalmente. Ahora todo mundo sabe que los mexicanos somos felizmente pupistas.
Felices consecuencias.
